Solo espero que en el cielo estés...

Un gran dolor.

Gran dolor nos causó
Tu eterna partida.
Un día amaneció
Y tú ya te habías ido.

Recuerdo tu sonrisa
Y las lágrimas abundan en mis ojos…
Fue muy pero muy triste
Verte ir tan de prisa.

Jugando yo estaba
Cuando me enteré de la mala noticia
No entendí muy bien lo que pasaba
Únicamente que ya jamás te vería.

Un vacío enorme encuentro,
Trato de no llorar, pero no puedo…
Es muy difícil soportar todo esto
Aunque el apoyo de mi familia tengo.

Sólo espero que en el cielo estés,
Y de alguna manera me puedas ver…
Te pido por favor una señal
Para tu partida poder entender.

María Julia Fhur
3 de noviembre de 2008.

CENICIENTA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LAS HERMANASTRAS

LAS SUPUESTAS MALAS HERMANAS

Nosotras éramos inseparables, vivíamos con papá en una linda casa… hasta que un día el se junto con una mujer que tenia una hija que se llamaba cenicienta.
No era muy buena que digamos, era caprichosa, egoísta y siempre andaba con mala car. Le gustaba mucho limpiar y hacer cosas pero ella sola, como leer, escribir cuentos y demás.
Como ella siempre limpiaba pero porque solo le gustaba, nadie la obligaba la gente que iba a la casona empezó a decir que la obligábamos a limpiar y que no la queríamos. Porque nosotras siempre estábamos bien vestidas y ella estaba sucia fregando el piso.
Entonces las vecinas, nuestras amigas y los demás empezaron a mirarnos con mala cara y evitar estar con nosotras.

CAMILA RAMBURGER

Nosotras no somos malas... Escuchen la verdad

Desde que nuestra madre se casó con ese hombre feo y viejo, que encima tenía una hija hermosa, todo el mundo creyó que éramos egoístas, malas y envidiosas.
Pero no es así, nosotras éramos buenas y felices con nuestra querida familia hasta que nuestros padres se separaron; eso, como a todo el mundo le puede suceder, nos influyó en todo: el colegio, las amistades y, principalmente, la personalidad.
Nos volvimos malhumoradas y descontentas, enojadas con la vida y con el mundo. No debió ser así, pero fue muy fuerte y triste para nosotras...
Todo empeoró más, mucho más cuando teníamos de hermanastra a Cenicienta; le envidiábamos todo, su familia, su dinero, su hermosura, su solidaridad, su felicidad...
Es mentira que nosotras la obligábamos a realizar las tareas domésticas y a dormir cerca del fogón; ella sola lo hacía porque no quería que durmamos en el living, ni que realicemos esas tareas tan aburridas.
El problema mayor fue cuando el príncipe del lugar un gran baile decidió dar... Nosotras, esperando que algo de nuestras vidas se resuelva, decidimos ir y tratar de enamorar a ese príncipe tan hermoso.
Pero una amiga de Cenicienta, muy entrometida, divulgó por ahí que nosotras no la dejábamos ir, y que una hada madrina le propuso asistir y la ayudó con su varita mágica...
Grandes mentiras con el tiempo se dijeron, pero la única verdad es que nosotras nunca fuimos egoístas ni malas, solo envidiosas, pero para eso hay buenas razones...

MARÍA JULIA FUHR

PINOCHO,EL SOLDADITO DE PLOMO Y CENICIENTA

Realmente creo que a Pinocho y al Soldadito de Plomo los separó el destino... Bahh, en realidad una hermosa princesa, Blancanieves. Ella era blanca como la nieve, de labios color rojo y pelo negro, hermosa, pero sencilla y común.

Todo empezó cuando a un joven poeta se le ocurrió hacer un cuento mezclando cuentos; en este caso juntó a Pinocho y al Soldadito de Plomo. Hasta ahí todo iba bien, hasta se hicieron mejores amigos.
El problema fue cuando las musas decidieron inspirar al poeta en Blancanieves; el inocente escritor pensó que metiendo a esta al cuento se haría famoso... Pero no fue así...
Los dos amigos la vieron y se enamoraron inmediatamente, se abatataron por contárselo uno al otro, pero al hacerlo se convirtieron en los peores enemigos del mundo.
Cada uno, por su lado, practicaba enfrente de la tapa del libro, que esta era de color plateado. Con un nerviosismo tremendo pensaban y pensaban como encararla...
Pinocho ya había decidido, le mentiría diciéndole que el es el rey más rico del mundo; y el Soldadito le prometería llevarla a todas las guerras con el.
Los dos fueron al mismo tiempo a declararse, pero Blancanieves muy decepcionada dijo que no se casaría con alguien mentiroso ni con alguien que la llevara a ver la muerte, y prefirió irse con sus 7 compañeros: los enanitos.

MARÍA JULIA FHUR

UNA TRAGEDIA ENTRE PINOCHO Y EL SOLDADITO


Ellos se odiaban, se veían cuando algún niño los agarraba y los quería comprar pero ellos con tan solo mirarse se empezaban a pelear.
El hombrecito de nariz larga y el soldadito de plomo viajaban de estantería en estantería. Pero… un día, cuando el negocio estaba cerrado, todo estaba oscuro y como siempre los cambiaron de lugar, se encontraron con una bella muñeca que tenía un largo y blanco vestido, era muy linda y se llamaba Blancanieves.
Los dos se enamoraron de ella, día a día la querían más y cada vez se peleaban más por esa bella muñeca. Pero la misma no entendía nada cuando ellos se peleaban y gritaban.
Un día, un día de sol, un gran día aparecieron los tres tirados en un lugar oscuro, oloroso y feo, era un tacho de basura y ni el soldadito, ni pinocho, ni Blancanieves estaba en su lugar, en su estantería.
Cuando pudieron salir de ese horrible lugar para ellos, comenzaron a darse cuenta de la realidad, de que todo era diferente a como ellos lo veían desde ahí adentro. La gente los miraba, se reía de cada uno de los defectos que tenían y para algunos llamaban la atención.
A ellos mucho no le importaba porque en todo momento trataban de ver quien estaba mas al lado de Blancanieves o hablaba mas con ella o todas cosas así.
Se peleaban tanto, tanto y decían tantas cosas como por ejemplo me quiere mas a mí, me mira mas a mí, quiere estar conmigo, etc. Que ella les dijo que no los quería más y que nunca más los quería volver a ver.
Desde ese día todo fue muy diferente para los tres, Blancanieves con un nuevo novio, pinocho solo, y el soldadito en el hospital porque un camión le pisó la pierna.

CAMILA RAMBURGER